miércoles, 28 de marzo de 2012

Queso de vainilla


El queso fresco batido lo solemos comprar para hacer algún postre. No es un habitual en nuestras neveras y mucho menos si se trata de un queso tan especial como este. Basta que fuese un producto light y desconocido para que acabara en mis manos.

El pobre lleva igual dos meses en la nevera (o algo más), escondido en una esquina esperando a ser utilizado. Cuando vi que su fecha de consumo preferente ya había pasado, me dio pena. Aun así decidí darle una oportunidad. Lo he abierto 10 días después de la fecha y lo he probado. Casi me desmayo...

¡Pero de delicioso! No solo esta en buen estado, ¡sino que esta riquísimo! Es amarillo y sabe a yogur de vainilla cremoso. Perfectamente comestible a cucharadas como si fuese un postre normal. La tarrina tiene 150 gramos y unas 130 calorías. Ideal para dos personas. También se puede utilizar a modo de "salsa de fondue" para untar frutas, aunque hay que pensar que es algo espesa.

Pienso volver a comprarlo sin duda, ya que creo que tiene muchas posibilidades. Lo encontré en Hipercor, la semana de productos europeos. No sé si lo volveré a ver cuando vaya, sino habrá que buscar en otros sitios. ¡Probadlo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario