sábado, 13 de septiembre de 2014

Inca Kola


Poco burbujea ya esta botella que abrí a principios de verano. Aún recuerdo lo extraño que me pareció que una "cola" fuese amarilla. No parece un refresco, parece una poción de científica loca o brujo oscuro, un elixir que atrae y repele... con el que llenar la copa de quien busca aventura.

Que nadie se sienta engañado si no sabe a "coca cola", "pepsi" o similares de marca blanca. Esto es algo distinto. No es cola, es kola. Juega en una división diferente. Y no necesariamente inferior.

Sabor: como bebida dulce con gas recuerda lejanamente a sus hermanas. Pero nada tiene que ver. Quizá por el hecho de que esta sea zero queda un regusto a artificial, entre gominola y cantimplora de tienda de chuches. Recomiendo catarla, no beberla como si fuese agua del grifo. Algunos paladares sensibles pueden sentirse empalagados. Otros pueden haber encontrado una nueva amiga.


¿Hay que irse a Perú a comprarla? Quien sabe... la mía es de allí pero quizá con suerte se pueda encontrar en tiendas que vendan productos americanos.

Dadle una oportunidad. Como dice el mejor eslogan que la bebida ha conocido: "Solo hay una y no se parece a ninguna"

1 comentario:

  1. A mí todos estos colores me atraen irremediablemente! Y si dices que es empalagosa... definitivamente podría metérmelo al cuerpo en cantidades insanas xD.

    Una suerte para mi organismo que no la encuentre por aquí

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