La sección de productos internacionales de Carrefour no deja de cautivarnos con nuevos productos de distinta procedencia. En este caso nos llega Amor, de América del Sur.
Hay Amor de distintos sabores: fresa, nata... pero quizá por la vieja asociación del concepto "amor" con los colores rojizos, compré esta versión. Que no deja de ser sincera, pues en el mismo envoltorio te indica que el sabor es artificial y que nada tiene que ver con la fruta a la que hace honor.
Son pequeños barquillos cuadrados rellenos de nata coloreada y con sabor. Aproximadamente tienen cuatro centímetros de lado y cinco milímetros de grosor. Saben como cualquier barquillo que recordemos haber comido, y el relleno no tiene un sabor que recuerde a la fresa, sino más bien a la nata. El toque de aroma es muy sutil.
Al ser tan pequeños, es una buena opción para acompañar un tentempié y darnos un capricho a la vez. Lo único negativo es que está hecho con grasa vegetal y no indica su procedencia, aunque sabemos que no lleva grasas "trans" (hidrogenadas en laboratorio).
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